La seguridad: Inversión Social

Por Carlos Ordosgoitia Sanin
Alcalde de Montería

La percepción de seguridad y la seguridad ciudadana son de vital importancia para el normal desarrollo de las actividades del país. Además, se trata de un factor determinante para que inversionistas nacionales y extranjeros pongan su mirada en las regiones, lo que se refleja en nuevas oportunidades y generación de empleo.

Tener ciudades con plenas garantías en el cuidado de la integridad de propios y extraños también contribuye al mejoramiento de las condiciones socioculturales, la transformación económica en todas sus escalas y el impulso del turismo.

De allí la importancia de articular acciones para preservar y mantener la seguridad y para combatir la delincuencia común y el crimen organizado. El imperio de la ley y la autoridad de la institucionalidad de nuestro Estado, fuerza pública y entes territoriales no pueden ser violentados por ningún grupo ilegal o narcoterrorista.

Desde las capitales debemos articular planes integrales de seguridad y convivencia, basados en principios rectores en los que se resalte la inclusión e innovación. A lo que se suman otros mecanismos importantes, entre los que debemos incluir la Ley de Seguridad Ciudadana, impulsada por el gobierno y apoyada desde Asocapitales en ese gran foro, realizado en Montería.

Esta era una ley necesaria para proteger la vida y la integridad de las personas, y con ella se le ha dado mayores herramientas a nuestra fuerza pública y a nuestros jueces en su arduo trabajo de capturar y judicializar a quienes violentan al ciudadano de a pie. Contribuyendo así a la disminución de los índices de impunidad y a dar castigos más severos a quienes deciden delinquir y perturbar la tranquilidad de los ciudadanos.

Esta es una ley que nos ayuda a desescalar la violencia y a perseguir con contundencia a los que roban celulares o bicicletas, a los que se dedican al microtráfico y a los que manejan los mercados negros de venta de armas de fuego y municiones. También es un acierto haber logrado incrementar los castigos para los reincidentes en conductas delictivas y endurecer las penas para delitos que atentan contra la vida de defensores de derechos humanos y periodistas.

Ahora es necesaria la implementación del Plan Integral de Seguridad y Convivencia Ciudadana en el marco del Plan de Desarrollo Nacional y la consolidación del Fondo Territorial de Seguridad y Convivencia, para fortalecer la vida en sociedad, a través de programas pedagógicos.

Hoy más que nunca tenemos que trabajar unidos. Debe haber sinergia entre la población, los entes territoriales e instituciones tales como Policía, Ejército y Fiscalía para lograr que los ciudadanos se sientan totalmente tranquilos, porque se lo merecen y porque es nuestra obligación hacer lo que corresponde para salvaguardar su integridad. En nuestro gobierno trabajamos sin descanso por todos.

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