Adiós a “La Milla” Martínez, matrona del bollo mocaricero
Montería. Buñuelos, mazamorra, bollo dulce, de carne, colao, limpio o lo que fuera. Con sus manos y particular sazón, elaboró, desde los 15 años, los más ricos y variados platillos derivados del maíz, hecho que la convirtió en referente de la gastronomía monteriana y por eso hoy, día en que partió dejando un legado cultural, muchos la recuerdan con cariño y añoranza, especialmente en el barrio Mocarí, al norte de Montería.
Ella era Emilia Martínez Avilez, conocida cariñosamente como “La Milla” y fue una de las gestoras y matronas del Festival del Bollo Dulce Mocaricero y aunque desde hacía meses presentaba quebrantos de salud, se repuso para participar en la versión XXII de dicha fiesta gastronómica donde fue premiada por la Alcaldía de Montería.
Una vida con mucha sazón
Nació en el entonces corregimiento Mocarí el 15 de agosto de 1947 en el hogar conformado por Emilio “El Millo” Martínez y Honoria Avilez, de quienes heredó la tradición culinaria, pues ellos también preparaban comidas derivadas del maíz y en casa nunca faltaba un buñuelo, empanada o bollo.
Compartió su vida junto a José María Berrío, con quien sacó adelante a sus hijos José María, Ricardo José y Guillermina, a quienes les dio estudio con el producto de sus manos. Tenía dos nietos.
La matrona nunca dejó de ser cocinera; era su pasión y su vida. La buscaban para preparar las viandas en fiestas y eventos en toda Montería y Cereté, pues todos se deleitaban con su sazón.
«Mi mamá a todos nos crió con este producto. Ella toda la vida fue una persona muy reconocida en Mocarí, además de ser considerada como la que preparaba el mejor bollo. Fue bollera de tradición y en varios festivales quedó fuera de concurso porque era la mejor. Fue analfabeta, pero eso no le impidió sacarnos adelante, pues tenía una mente brillante y unas manos prodigiosas», dijo con voz apesadumbrada su hijo José María, mientras recordaba que para su progenitora la familia y la buena comida lo eran todo.
Autoridades de la ciudad y el departamento lamentan hoy el fallecimiento de esta matrona que aportó con su cocina a la gastronomía cordobesa y que será despedida por la comunidad que la vio nacer y reconoció sus excelsas y únicas capacidades culinarias.