Análisis del profesor Salim Mattar Velilla, doctor en Microbiología, director del IIBT de la Unicórdoba, sobre el Covid-19
Montería. El comportamiento de casos de la COVID 19 en Colombia pasó de curva a pendiente, en un 25 % de ascenso y faltarían por lo menos tres meses para empezar a descender.
Este análisis actualizado lo entrega el profesor Salim Mattar Velilla, doctor en Microbiología, director del Instituto Técnico de Investigaciones Biológicas del Trópico (IIBT), de la Universidad de Córdoba, invitado por segunda vez al programa Conéctate con la U, de la Unidad de Comunicaciones y Relaciones Públicas de esta institución.
“Comparando la epidemiología de los países andinos, sin incluir a Bolivia tenemos que, Chile lleva 15 días bajando el número de casos, lo mismo que Perú, mientras que Ecuador aplanó la curva de forma definitiva, es el único país de Suramérica en poder lograrlo. Pero, lo que percibo es que estamos empezando apenas y nos quedan, a mi manera de ver, tres meses de ascenso para llegar al premio de montaña y empezar a caer”, precisó Mattar Velilla.
En su análisis el científico unicordobés agrega que ese mismo comportamiento de ascenso de por lo menos tres meses, se presentó en España, Italia y Francia, lo que quiere decir que, “con diferencias de salud pública que existen entre Europa y Colombia y otros países andinos, deberíamos estar bajando la pendiente a principos de octubre”.
“El escenario positivo que puedo compartir es que vamos a tener un diciembre más tranquilo que lo que estamos viviendo en estos momentos, aunque en epidemiología y en medicina no hay nada escrito”, precisó el director del IIBT de la Unicórdoba.
Advirtió que el virus ha acelerado su capacidad de contagio, porque está encontrando a las personas y a quienes son los más vulnerables.
“Ese es el gran problema de un país con una gran diferencia social y una gran brecha en el trabajo formal e informal, entonces la gente tiene que salir a las calles y eso provoca la infección”, indicó Salim Mattar Velilla.
Actualmente Colombia tiene una tasa de letalidad del 3.4 % (la más baja de los países andinos) y lo importante es no llegar al 5 % de acuerdo con la sugerencia del doctor Salim Matar Velilla. Sin embargo, en dos semanas se subió un punto, porque estábamos en 2.4 %.
De seguir el ascenso como va – señala Mattar – a finales de julio o principios de agosto tendríamos más de 200 mil personas infectadas en el país. Entre tanto, el tiempo del descenso de la pendiente no se puede calcular, porque es necesario esperar llegar al pico o al top, para saber realmente el número total de contagiados.
Ese crecimiento acelerado se percibe incluso en el IIBT de la Unicórdoba, donde, cuando empezó la pandemia solo el 5 % de las muestras resultaban positivas en la casuística, pero actualmente es del 18 %, “lo que quiere decir que estamos pasando de una manera muy rápida a muchos casos positivos, eso ya no es extraño y es lo que tenemos que evitar”.
“Es duro decirlo, pero los asintomáticos que no creen tener la enfermedad están asesinando a sus familiares, están infectando a otros que sí pueden morir. Esta es una cuestión cultural que sino la superamos no vamos a poder referirlo en diciembre”, advierte el director del IIBT de la Unicórdoba.
Entre tanto el director de la clínica IMAT, Manuel González, invitado también a Conéctate con la U, sugirió que definitivamente es necesario convivir con el virus, pero con la adopción de las medidas de prevención y aislamiento, para evitar tanto el aumento de casos como el aumento de la mortalidad.
“No hay otra forma de derrotar el virus que esperar una vacuna, pero mientras eso aparece hay que cumplir las medidas, evitar las reuniones, hay cosas que se están haciendo mal, quienes llegan a la casa con el virus no piensan en sus familiares, especialmente los abuelos, que son quienes podrían fallecer”, indicó el director del Imat.
Sostuvo que no es productiva una nueva cuarentena, si se regresa al desorden social una vez sea levantada, aunque pudiéramos creer que ayudaría a seguirnos preparando para esperar la vacuna.
“¿En qué lugar de la fila estamos en Colombia?, cuando Brasil compró un paquete de vacunas que tendrán disponibles en diciembre, Estados Unidos compró las patentes de varios laboratorios europeos, quienes también están pendientes del tema, es decir, vamos a competir con los ricos del mundo y no hemos tocado el tema en nuestro país. Por más que el mundo disponga de vacunas, no va a ser posible tenerlas sino hasta el otro año, por eso son importantes las medidas de control social en cada ciudadano”, indicó el médico especialista hematólogo, oncólogo y gerente de Imat Oncomédica.