Opinión

Estamos con la gente. Costos de energía en el Caribe tienen que disminuir

Por Carlos Ordosgoitia Sanin
Alcalde de Montería

La salida de Electricaribe representó una gran victoria para los departamentos de la Costa. Los ciudadanos recibieron el apoyo del Gobierno Nacional ante los atropellos cometidos por esta empresa, a lo que se suma que se tuvo que asumir un pasivo pensional de alrededor de $2 billones.

Electricaribe le quedó muy mal a las comunidades. Se le pagó para que hiciera el mejoramiento de infraestructura energética, pero ello no se reflejó porque los dineros nunca fueron bien invertidos. Además, por la pobre y nefasta gestión de esta empresa, hoy padecemos el rezago y la baja calidad del servicio.

Ya afrontamos ese primer round y ahora nos corresponde salir a defender a los ciudadanos en una realidad de altas tarifas con las empresas Afinia y Air-E. Esas elevadas tarifas que se le vienen facturando a los hogares son insostenibles y, por ello, no dudamos un segundo en unirnos todos los alcaldes de las ciudades capitales del Caribe.

Los usuarios están asumiendo el 28 % de la pérdida técnica de energía y tienen una tarifa más costosa para financiar inversiones de infraestructura, necesarias para una mejor calidad del servicio; dineros que ya se le habían pagado a Electricaribe para tal fin.

Los estratos 1, 2 y 3 están pagando 2,5 veces más que la capital del país. Mientras que en nuestras regiones se les paga a Afinia y Air-E una tarifa de $924 y $946 por kilovatio, respectivamente, en Bogotá se pagan $638.

La preocupación es generalizada, y somos conscientes del temor e incertidumbre que genera este tema en los ciudadanos. Por eso, tomamos la decisión de priorizar en nuestras agendas la búsqueda de soluciones definitivas a esta crítica situación.

Vamos a ser contundentes y a unir nuestras fuerzas, porque el Caribe necesita tarifas competitivas y equitativas con relación a las que se manejan a nivel nacional, razón por la que es necesaria la creación del Fondo de Estabilización Regional con recursos públicos que compensen directamente los incrementos.

Para cerrar brechas sociales y tener una Colombia diferente, el Gobierno entrante deberá empezar a equiparar las cargas y darle continuidad a lo que hizo el actual Gobierno, y es incluir en el Presupuesto Nacional un artículo que conlleve a la estabilización de las tarifas para que las pérdidas técnicas de energía, la inversión para optimizar el servicio y la normalización de barrios sean asumidos por el nivel central.

Se hace necesario que se tenga un trato lógico diferencial para las poblaciones en el país que estén por debajo de los 500 m.s.n.m. Las condiciones climáticas hacen que se registre una mayor necesidad de consumo energético, que impacta a hogares, empresas e industrias.

Nos sentaremos con toda la bancada de congresistas del Caribe para que sean voceros ante el resto del Congreso de la República y radiquen con urgencia un proyecto de Ley que haga justicia, para que la población más vulnerable y pobre del país deje de afrontar estos elevadísimos costos.

Es indiscutible disminuir las tarifas energéticas para aliviar el bolsillo de los ciudadanos y para lograr la tan esperada competitividad del Caribe, región que le ha dado muchísimo al país y que hoy merece ser tratada con igualdad.

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